"Hoy
es 1 de Diciembre y con un día de sol, frío, lluvia y truenos empieza el mes
del Adviento y también el de la Navidad. Soy una persona muy navideña pero no
me gusta ver que a finales de septiembre – cuando en Sevilla aún hace treinta y
cinco grados – ya encuentre turrón Suchard
en el supermercado y que unos días después éste se llene de mantecados,
polvorones y demás dulces navideños.
Tampoco me gusta que con el Pilar los canales
de televisión de temática infantil o las mañanas de fines de semana sólo pongan
anuncios de juguetes, siendo algunos de ellos idénticos a los que yo veía
cuando tenía siete años. Más o menos en Halloween
empiezan a llegar catálogos de juguetes a los buzones, eso sí no te los dan con
el periódico.
A
mediados de noviembre ya te encuentras el mercado de belenes colocado como cada
año en la Plaza de San Francisco, los anuncios de la Lotería de Navidad – que
descubres que hay quien la vende desde el mes de agosto o incluso antes – sin
el calvo pero echando mano este año de algún que otro cuento infantil con el
que todos hemos crecido y que en las calles ya están colocando las luces de
Navidad. Una semana después descubres como en los escaparates de las tiendas
los dependientes están poniendo ya los típicos adornos navideños o los vestidos
que te puedes poner el próximo Fin de Año como, por ejemplo, en el Mango de Asunción.
Con
el atardecer de este primer viernes de diciembre las luces navideñas de la
calle San Fernando se encienden e iluminan de azul y blanco el trazado del
tranvía. Ya es Adviento, acaba de empezar el puente de la Constitución y todo a
nuestro alrededor nos recuerda que apenas quedan veinte días para Nochebuena.
Rodeando la fuente del patio central de la Universidad nos encontramos macetas
con flores de Pascua rojas y de color vainilla alternándose, y en el escaparate
de Misako vemos que, además de bolsos
y fundas para portátiles, hay una gran carta a los Reyes Magos.
Ayer,
primer sábado de diciembre, el centro de Sevilla estaba lleno de gente tanto en
la calle como en el interior de las tiendas. Las calles ya tienen las luces
navideñas encendidas, la gente hace cola para ver belenes y ya escuchas
villancicos a tu alrededor, como el famoso Jingle
Bells. En cualquier tienda de Zara
te encuentras un cartel en la caja que te dice que “adelantes tus compras
navideñas” y que desde el 15 de noviembre hasta el 10 de enero tienes de plazo
para hacer devoluciones. Me encontré con gente comprando ropa para Fin de Año
y/o regalos de Navidad.
Me
parece entretenido observar las diversas decoraciones navideñas que te
encuentras en los escaparates. En los de Women’
Secret vemos letras de madera que forman Merry Xmas salpicadas de nieve y con un árbol desnudo y nevado; en
los de Mango, velas, bolas y lazos;
en los de Stradivarius, troncos de
madera cortados y enmarcados en un paisaje completamente invernal; en los de
las tiendas de Benetton, árboles de
Navidad; etcétera.
En
la televisión desde principios de diciembre están poniendo ya las típicas
películas de temática navideña. TVE1
está anunciando para el próximo domingo 12 de diciembre por la noche la de The Holidays – cuyo título en italiano
es L’ amore non va in vacanza -,
protagonizada por Cameron Diaz, Kate Winslet, Jude Law y Jack Black y cuya
acción transcurre entre Surrey (Inglaterra) y Los Ángeles. Es mi comedia
romántica de temática navideña favorita junto a la de Love Actually que narra unas diez historias de amor diferentes
durante las cinco semanas previas al 25 de diciembre y que transcurren, sobre
todo, en Londres.
Hoy,
13 de diciembre, es Santa Lucía y se inicia la temporada navideña en Suecia. La
mayoría de las universidades de dicho país aprovechan para hacer hoy la cena de
Navidad, ya que muchos de sus estudiantes vuelven a casa por Navidad como el
anuncio del turrón tan conocido en España. Las procesiones de Santa Lucía se
celebran en Suecia, donde el 13 de diciembre no es fiesta oficial, y en
Dinamarca, que importó la costumbre sueca.
En
los países del norte de Europa es muy popular decorar los hogares durante el
mes de diciembre con el Calendario de
Adviento, que decora las cocinas y las salas de estar de la mayoría de las
casas, y también con la Corona de
Adviento, que está hecha con ramas de abeto y que tiene cuatro velas rojas
que se van encendiendo secuencialmente cada domingo antes de Nochebuena y suele
estar ubicada en el centro de las mesas.
En
España la mayoría de las familias aprovecha el puente de la Constitución para
decorar su casa con un toque navideño y que también es algo habitual en mi casa
aunque este año a una semana de Nochebuena aún no hayamos puesto un solo adorno
de Navidad. Una tradición muy española es el nacimiento o belén pero que
también es habitual en las casas de Portugal, Francia, Italia, Alemania,
Austria, Hungría, República Checa, Eslovaquia, Polonia, Sudamérica y también
cada vez más en Estados Unidos. También forma parte de la decoración navideña
las luces; las flores de Pascua, ya sean rojas, blancas o rosas; las coronas en
las puertas; las velas; los centros navideños; y las bolas de nieve con Papá
Noel o un pueblo nevado.
Otro
elemento muy habitual en las decoraciones navideñas en los hogares europeos y
americanos es el árbol de Navidad adornado con la Estrella de Belén, las bolas que al principio eran manzanas, los
lazos y las luces eléctricas que sustituyen a las primitivas velas. El árbol
más típico para cumplir esta función es el abeto. El primer árbol navideño lo
encontramos en Alemania en el año 1605 y la tradición de adornarlo comenzó en
Alemania y Escandinavia en los siglos XVI y XVII. A Canadá llegó en 1781; a
Finlandia, en 1800; a Dinamarca, en 1808 y allí en la mayoría de los hogares se
decora el mismo día de Nochebuena o la noche anterior; a Viena, en 1816; a
Inglaterra, en 1829; a Francia, en 1840; a Estados Unidos, en 1850; y a España,
en 1870 gracias a una mujer de origen ruso. Unos de los más conocidos es el que
se coloca en la plaza del Rockefeller
Center de Nueva York. En las casas suecas el árbol de Navidad se pone un
par de días antes de Navidad y se mantiene adornado y con luces hasta veinte
días después de la celebración de la Navidad, es decir, hasta el 13 de enero.
Los
mercadillos navideños son una tradición muy arraigada en buena parte de la
Europa central y nórdica, tienen lugar
durante la época del Adviento y en ellos venden artículos alusivos a la
Navidad, adornos para el árbol de Navidad, coronas
de Adviento… Se puede ir a ellos para disfrutar del color de la Navidad;
comprar el árbol, esa figurita que falta en el belén o el juguete que nos
devuelve a nuestra infancia; respirar el aroma de las castañas asadas o de los
dulces navideños recién humeados… Los de Colonia son los más conocidos. En
Bruselas tienen lugar del 26 de noviembre al 2 de enero y presume de tener una
pista de patinaje, además de celebrar conciertos y exposiciones de esculturas
de hielo. El de
la plaza del Ayuntamiento de Viena es uno de los más populares de Europa, tiene
más de siete siglos de antigüedad, comienza a mediados de noviembre y finaliza
el 24 de diciembre. En Praga dura del 27 de noviembre al 2 de enero y allí se
puede disfrutar de actuaciones de marionetas de madera y coros de villancicos.
El de Copenhague es en el parque de atracciones Tivoli, cuya ambientación parece sacada de un cuento de Hans
Christian Andersen, y tiene una pista de patinaje sobre hielo en el lago
central del parque. En el de Tallin (Estonia) nos encontramos con nieve natural cubriendo
las calles y dando un toque muy romántico.
El 21 de Diciembre de 2009 fue el día que yo volvía de Padua a casa
por Navidad como el famoso anuncio del turrón con el que todos en España hemos
crecido. Fue un día muy largo y caótico donde cualquier vuelo que cogieses en
un aeropuerto de Europa salía con varias horas de retraso o lo cancelaban por
el temporal de nieve que asolaba al continente pero cuya magnitud fue bastante
menor respecto al de esta semana, que ha provocado el cierre de más de una
decena de aeropuertos en la Islas Británicas y el norte de Europa durante 48 horas o más, además de una multitud de problemas en las
carreteras y en las líneas ferroviarias. Recuerdo ver como nevaba en el
aeropuerto de Venecia estando sentada ya en el avión antes de que la
tripulación nos hiciese bajar a tierra.
La
Nochebuena – Vigilia di Natale en
italiano y Christmas Eve en inglés –
es la noche del 24 al 25 de diciembre y es la víspera de Navidad. Es bastante
común una reunión familiar para cenar e intercambiarse regalos, sobre todo, en
los países protestantes. En Dinamarca es esa noche cuando se ilumina el árbol
de Navidad y los miembros de las familias danzan, cogidos de la mano, a su
alrededor mientras cantan villancicos y salmos navideños. El menú tradicional
de la cena de Nochebuena en Suecia consiste en jamón ahumado conocido como jamón de Navidad, salchichas y un plato
típico compuesto por pescado y arenque. En España después de cenar y
brindar con champán o cava deseando ¡FELIZ
NAVIDAD! se cantan villancicos (Campana
sobre campana, Noche de paz, Pastores venid, Los peces beben en el río, Los
campanilleros, Blanca Navidad, Dulce Navidad…) – siendo tradicional en
mi familia los de Raya Real y en los
últimos años el Cantajuegos navideño
por los hijos de mis primos – acompañados por panderetas y zambombas mientras
se come turrón – ya sea Suchard, de
Jijona, etcétera y que también encontramos en Italia (donde dos de sus dulces
navideños más típicos son el pandoro,
originario de Verona, y el panettone,
que era un postre tradicional de Navidad milanés) y en Dinamarca -, mazapanes,
polvorones, roscos de vino, alfajores…
Papá
Noel o Santa Claus – Babbo Natale en
Italia y Father Christmas en
Inglaterra – llega con regalos la noche del 24 al 25 de diciembre y es una
tradición muy arraigada en los Estados Unidos y el norte de Europa. En 1807
surgieron los ocho renos navideños que tiran el trineo de Papá Noel y hacia
1863 adquirió la actual fisonomía de gordo barbudo bonachón gracias a un
dibujante alemán. A finales del siglo XIX en los Estados Unidos se creó la
tradición de que Papá Noel procedía del Polo Norte o de sus proximidades como la Laponia sueca,
la Laponia finlandesa y/o Groenlandia. En Dinamarca los regalos de Julemanden (literalmente hombre
de Navidad como en alemán) se colocan debajo del árbol de Navidad y se
reparten en Nochebuena tras danzar alrededor del árbol. También es en Nochebuena
cuando en Suecia llega Jultmonten
(literalmente Duende de Navidad como
en noruego) precisamente cuando alguien de la familia se ausenta para comprar
el periódico. .
Uno
de los villancicos más populares es Noche
de paz, cuya letra – con el título en alemán Stille Nacht, heilige Nacht – fue escrita en 1816, que fue
interpretado por primera vez la noche del 24 de diciembre de 1818 en una
iglesia de Austria. Se ha traducido a más de trescientos idiomas: en danés como
Glade jul, dejlige jul en 1850; en
inglés, Silent Night, en 1859 en
Florida; en español la primera traducción registrada fue en 1871 por Federico
Fliedner; y en sueco, Stilla natt, heliga
natt, en 1915, 1917 y 1937. Este villancico fue cantado simultáneamente en
inglés y en alemán durante la Tregua de 1914.
Algunos
cantantes de éxito han escrito canciones navideñas como por ejemplo Mariah
Carey y All I want for Christmas is you
y también O Holy Night, Frank Sinatra
y Christmas Song, Barbra Streisand y I’m dreaming of a White Christmas, y
Chris Martin y Christmas Lights.
En
Holanda celebran la llegada del Año Nuevo con fuegos y champán. En España
comemos desde 1909 doce uvas, una por cada una de las campanadas que marca el
reloj de la madrileña Puerta del Sol. En Italia a la Nochevieja se la conoce
como Capodanno y cenan lentejas entre
otras cosas aunque en Nápoles es también una tradición comenzar el año
deshaciéndose de trastos viejos lanzándolos por la ventana. En inglés es New Year’s Eve y en Inglaterra reciben
el nuevo año con las campanadas del Big Ben mientras que en Edimburgo lo hacen
con procesiones de antorchas. En Austria empiezan el año con un vals en plena
calle y con el tradicional concierto de Año Nuevo de la Orquesta Filarmónica de
Viena que es retransmitido por Televisión
Española en la mañana del día 1 de enero. En Dinamarca la reina pronuncia
el discurso de Año Nuevo a las seis de la tarde – como hace el rey Juan Carlos
I con el discurso de Navidad a las nueve y media de la noche el día 24 de diciembre -, el comienzo del Año Nuevo lo marcan las campanadas del
ayuntamiento de Copenhague y también es tradicional empezar el año rompiendo
platos viejos en las puertas de las casas de sus íntimos. En Suecia durante la
cena de Nochevieja se discute sobre el año que se va y sobre el que se avecina
y se manifiesta la intención de mejorar y tras las doce campanadas, que son
retransmitidas desde Skansen donde también se recita una poesía de Año Nuevo,
se hacen las promesas de Año Nuevo.
En el siglo XIX surgieron las compras navideñas con el auge de
los grandes almacenes, aparecieron los escaparates navideños, se empezaron a
intercambiar regalos en la Gran Bretaña victoriana, se creó a Santa Claus y en
1843 surgieron los primeros Christmas
comerciales en Londres.
El
6 de Enero es el día de la Epifanía que es festivo en España, Uruguay, Austria,
Italia, Suecia, Finlandia, Croacia, Liechstenstein y Eslovaquia. Además, en
España la noche del 5 al 6 de enero después de la Cabalgata de los Reyes Magos – Melchor, Gaspar y Baltasar que le
regalaron oro, incienso y mirra al niño Jesús – dejan regalos a niños y mayores
donde éstos hayan dejado un zapato – que en mi casa dejamos en el salón y yo
personalmente un zapato de tacón entre la alfombra y uno de los sofás. Los
regalos se abren por la mañana nada más despertarse, al menos en mi casa es
así, donde no podemos abrir la puerta del salón hasta que no estamos los cinco. Hasta hace un
par de años el día 5 de enero tras ver la Cabalgata
íbamos a casa de mi abuela a abrir allí sus regalos que solía esconder en algún
lugar de su casa y ahora los abrimos en casa de mis tíos junto a los de ellos antes
de desayunar el tradicional roscón de Reyes con la correspondiente taza de
chocolate. A mis 24 años para mí el día de Reyes sigue siendo el más
especial del año – incluyendo la tarde del 5 con la Cabalgata – y me sigue haciendo tanta o más ilusión abrir los
regalos que cuando era una niña y no sabía que los Reyes eran mis padres, mis
abuelos, mis tíos…"
Elena Velarde
1 diciembre 2010 - 29 enero 2011
Buen resumen de costrumbres navideñas, aunque reconozco que me he acabado liando un poco.
ResponderEliminarA mi me pasa al revés, lo que me gusta de la navidad es el turrón de chocolate adelantado y las series infantiles que tantas veces he visto y no me canso de ver... todo lo demás... yo no soy una persona muy navideña la verdad, pero valoro lo que recoges en este post. Un beso
@Bramar Gracias. La verdad es que me documentó lo más y mejor que pude para escribirlo. Siento que te hayas liado un poco leyéndolo y eso que he eliminado partes del relato original. Un saludo.
ResponderEliminarNo es que el texto esté escrito de forma liosa, sino que mientras lo leía estaba escribiendo, y leyendo un libro xD, vamos, que seguramente halla sido mea culpa x)la documentación se nota, y mucho ;)
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