Guggenheim
nunca estuvo en Bilbao, ya que casi no se hablaba de dicha ciudad, sino era
para hacerlo de su hierro y de su siderurgia, en casi todo el siglo XX. Sin
embargo, a finales de éste se inauguró el Museo
Guggenheim de Bilbao, allá por 1997, que hizo que la ciudad entrase en el
nuevo milenio viviendo una importante transformación de la que sus habitantes
se sienten muy orgullosos.
Con el
museo llegó el tranvía y también el metro siendo parte de su sistema operativo
de Indra como también lo es el de
parte del SAS. ¿Cómo ha sido posible
que una ciudad pequeña pero densamente poblada como es Bilbao haya tenido metro
antes que la cuarta ciudad más grande de España? En Sevilla hemos estrenado la
línea 1 de nuestro metro dos días antes de que empezase la Semana Santa después de treinta
años de idas y venidas. Desde hace un par de años Sevilla también cuenta con
tranvía, en el cual no me he montado al pensar que es una pérdida de tiempo
cogerlo para un trayecto tan corto como es ir desde el Rectorado hasta Plaza
Nueva. No se entiende como en una ciudad como Sevilla la primera línea de metro
ha tardado tanto en llegar cuando es tan necesario para aquellas personas que
sufren a diario los atascos del Aljarafe y de Montequinto y también para los
estudiantes y los profesores de la
Olavide.
No
debemos confundir a la villa de Bilbao – Bilbo
en euskera aunque esto nos haga acordarnos del personaje de Bilbo Bolsón de El Señor de los Anillos de Tolkien – con
la comarca vizcaína del Gran Bilbao con una gran densidad de población. Algunos
de los veintidós municipios de esta comarca son Baracaldo, Basauri, la propia
villa de Bilbao que apenas supera los trescientos cincuenta mil habitantes,
Guecho, Portugalete, Santurce, Sestao y Zamudio. Todos se encuentran en la
orilla, ya sea la derecha o la izquierda, del río Nervión y/o en sus
inmediaciones.
Cualquier
bilbaíno con el que hables te asegurará que vive en una de las ciudades más
seguras de todo el territorio nacional y que cuentan con el mejor sistema de
transporte público de España. Lo mejor es desconfiar y ponerlo en duda, sobre
todo, si se ven las noticias y/o se leen los periódicos. No es raro el día que
no haya allí un atentado propio de ETA, es decir, de Euskadi Ta Askatasuna; que la kale
borroka o que la izquierda abertzale
no protagonice episodios de violencia callejera y donde la Ertzaintza
se vea obligada a intervenir o que no haya un tiroteo en la estación de tren.
Apenas he estado dos horas en Bilbao, por lo que desconozco bastante lo que ha
de ser vivir allí sin saber de quien te puedes fiar y sin poder expresarte con
libertad, sobre todo, si te encuentras en una herriko taberna.
El
pasado 1 de Marzo significó el inicio de un cambio histórico en Euskadi. El PNV pasará – después de
treinta años dirigiendo la política vasca – a la oposición, algo que les
produce un gran dolor y que está abriendo unas heridas tan profundas que serán
muy difíciles de cerrar. La campaña electoral que llevó a cabo Ibarretxe
pidiendo mayor autonomía cuando en realidad quería decir la independencia de Euskadi no ha causado el efecto que los
nacionalistas esperaban. El resultado de todo esto ha sido una coalición PSE-PP
con la lehendekaritza para el
socialista Patxi López, al que ETA ya ha convertido en uno de sus objetivos, y
la presidencia de la Cámara
de Vitoria para la popular Arantza Quiroga.
En un
artículo de opinión publicado por ABC
Jon Juarista quiso llamar la atención sobre lo que en realidad significa lehendakari. Escribió que era un término
euskérico vinculado al PNV y que nació en el contexto de la
II República y la Guerra Civil españolas. Lehendakari en euskera significa lo
mismo que duce en italiano, füher en alemán o caudillo en español. También escribió que el himno vasco, el
euskera y la ikurriña son símbolos
intrínsicamente unidos al nacionalismo vasco, sobre todo al PNV, pero también a
Batasuna y a la izquierda abertzale.
El
euskera que hoy se enseña en los colegios vascos es el que creó Sabino Arana y
que el nacionalismo ha ido enriqueciendo con el paso de los años. La mayoría,
por no decir casi la totalidad, de los nombres propios vascos no tienen una
historia que vaya más allá de los últimos años del siglo XIX. Algunos de ellos
son traducciones al euskera de nombres españoles. Algunos ejemplos de esto
serían Ane que es Ana; Joana, Juana; Elbire, Elvira; Aroa,
Aurora; Iker, Enrique; Jokin, Joaquín; Ander, Andrés; Josu,
Jesús; Iñigo e Iñaki, Ignacio; Patxi,
Francisco; Xavier, Javier; Mikel, Miguel; o Jon, Juan. Entre los nombres propios, que podríamos considerar como
auténticamente vascos, a pesar de que su origen sólo lo podamos remontar como
mucho hacia mediados del siglo XIX, hay nombres bonitos pero lo malo es que no
sepa cuál es su significado. Como nombres femeninos son muy bonitos: Maider, Iraide o Iraida, Arantza, Eider, Naiara, Miren, Iratxe, Izaskun, Leire, Edurne, Itziar, Idoia e Irune. Entre los
masculinos podemos seleccionar los que siguen: Eneko, Egoitz, Gorka, Aitor y Endika.
Bilbao
es una villa marinera que nació como tal en 1300 gracias a Don Diego López de
Haro que le arrebató el señorío de Vizcaya a su sobrina María Díaz de Haro. En
el siglo XV e, incluso en el XVI, su puerto fue el más importante de Castilla
en el Cantábrico mientras que el puerto de Sevilla lo era en el Atlántico. Esta
segunda ciudad fue la de mayor importancia del país hasta la llegada de los
Borbones gracias a tener el monopolio del comercio con América.
Elena Velarde
19 de abril de 2009
Supongo que es normal que pienses como piensas. Pero vamos, mi novio es nacido en Barakaldo, y sus abuelos son de allí. Y aman Bilbao. No voy a decir que sea la mejor ciudad del país ni la peor. Pero tiene los problemas típicos de cualquier otra gran ciudad. En Madrid te encontraras peleas de Red Skins y Skins, y en Bilbao te encontrarás disputas entre proetarras y otros. Tontos, hay en todas partes, a mi me pareció una ciudad tan normal como cualquier otra. A pesar de que fui con el "típico miedo" que te inculcan en los telediarios. Nadie me habló en Euskera, la gente era muy amable y muy abierta. Me gustaron esos edificios ennegrecidos por los altos hornos.
ResponderEliminarSobre política...mejor no hablo que me "crezco" rápido :P
@Bramar Este "relato" lo escribí hace mucho tiempo y es muy matizable. Me ha gustado mucho tu comentario. Sevilla tien a los "canis" y es una de las ciudades más inseguras de España. Es verdad que generalizo mucho en la entrada y yo sé en que momento personal la escribí. Es verdad que desde niña conozco gente vasca que es encantadora y con la que me encanta hablar. He estado en Bilbao y en la periferia y me pasó como a ti porque me sentí más segura que en Sevilla.
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