La portada me encanta, ya que el
azul es mi color favorito. Me transmite mucha tranquilidad. Al observarla tengo
ganas de que ya estemos en verano poder ir a la playa y si tengo que elegir que
sea la playa de La Franca (Asturias) en marea baja y con bandera amarilla.
(Fuente: Elaboración propia).
Este libro lo descubrí el verano pasado en la
librería de El Corte Inglés de la
plaza del Duque de la Victoria de Sevilla pero no me lo compré hasta principios
de septiembre y hasta ahora no lo he podido leer. La razón por la cual no lo
adquirí en junio fue que preferí descubrir la escritura de Nora Roberts con Cita con el pasado, ya que conozco mejor la arqueología terrestre que la subacuática.
Si queréis adentraros de una forma amena en el mundo
de la arqueología submarina, os recomiendo su lectura y seguramente aprendáis
más con sus 477 páginas que con la literatura científica especializada. En la
novela he encontrado terminología técnica desconocida para mí y una manera de
excavar de la que yo apenas tenía conocimiento, y a mí esto me demuestra que
Nora Roberts se ha documentado mucho a la hora de escribirla. Sé muy poco de
arqueología subacuática salvo pequeñas pinceladas que di en alguna asignatura
de la carrera y lo poco que haya podido leer en manuales universitarios.
Me ha sorprendido que durante la novela en ningún
momento se mencione la palabra pecio
y siempre se hable de naufragios. Ignoro si los pocos que se citan, pueden
encontrarse entre la documentación que hay en los archivos, como, por ejemplo:
el Archivo General de Indias de Sevilla que se cita en el libro y que leerlo ha
hecho que se formase una gran sonrisa en mi rostro. Me ha gustado mucho ese
detalle, ya que se trata de un archivo histórico que es un referente mundial en
Historia de América y a nivel nacional tiene tanta o más importancia que el
Archivo General de Simancas en Valladolid, el cual para mí como medievalista es
un referente.
En la arqueología subacuática europea fue pionero en
cuestiones de vanguardias y avances tecnológicos el hallazgo del buque real Vasa, cuya reconstrucción a tamaño real
puede disfrutarse en el museo que se construyó para albergarlo, el Vasa Museet en Estocolmo. A mí me
impresionó mucho aunque no lo hice ninguna fotografía porque quería que saliese
todo el buque y yo estaba pidiendo un imposible. También merecen la pena las
reconstrucciones faciales de algunas de las personas que fallecieron al
naufragar el Vasa.
No niego que me encantaría hacer curso de submarinismo
y tener la experiencia de haber excavado en un pecio pero hace ya algunos años
tuve de alguna forma que renunciar a ello. Esto no fue un acto de cobardía,
sino una realidad que se impuso cuando empecé a tener fuertes dolores de oído
que me obligaron a abandonar una de mis aficiones infantiles más queridas:
bucear. Sólo necesito recordar el aterrizaje de tres vuelos: París Orly –
Sevilla San Pablo (julio 2005), Venecia Treviso – Roma Ciampino (marzo 2010), y
Madrid Barajas – Estocolmo Arlanda (Semana Santa 2011) para darme cuenta que
esa decisión fue bastante sensata y valiente.
La relación sentimental de los protagonistas me ha
hecho reflexionar. Se conocen un verano, a las pocas semanas se separan por x
motivos y empiezan hacer sus vidas el uno al margen del otro hasta que se
reencuentran 8 años después. Reconozco que me encantan este tipo de historias
para leerlas pero también me he dado cuenta que desde que tengo 16 – 17 años
siempre que escribo un relato necesito contar este tipo de relación y estoy
segura de que esto significa algo en mi vida. Quiero dejar claro que para que
me resulte creíble y convincente dicha historia de amor tiene que haber pasado
entre 3 y 10 años desde la última vez que se vieron hasta que se reencuentran y
que ha de haber una evolución importante de ambos en esos años, alguna pareja
intermedia y que lo que sienten el uno por el otro ha de estar latente durante
todos esos años, al igual que ha de haber cierto contacto esporádico entre
ambos.
Me sorprende gratamente lo bien que escribe Nora
Roberts aunque he encontrado algunos fallitos de traducción, la cual ha sido
realizada por Nora Watson. Su estilo es muy ameno, engancha con facilidad e
incluso emociona, reconozco haber llorado leyendo algunas páginas de esta
novela que estoy reseñando. Tiene algunos clichés de la novela romántica
tradicional pero innova e intenta mostrar la realidad actual con un personaje
protagonista femenino (Tate) que es fuerte, competitivo, ambicioso y tenaz, y
con el que me ha resultado muy identificarme al ver reflejada esta pequeña
parte de mi personalidad en la protagonista. También está bastante bien
construido el protagonista masculino (Matthew Lassiter) que nos muestra que un
hombre puede ser arrogante, competitivo, sensible y cariñoso, y al que es muy
difícil no acabar cogiéndole cariño.
Valoración “El estigma del arrecife” (Nora Roberts):
9,8/10
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