La reseña de hoy va dedicada a Daniel Villanueva del blog Relojes de Arena: http://relojesarena.blogspot.com.es/.
(Fuente:
Elaboración propia).
Me
compré este libro porque me llamó la atención que la protagonista fuese una
arqueóloga y sentía curiosidad por saber cómo Nora Roberts reflejaría el mundo
de la Arqueología. Reconozco que pensaba encontrarme en sus páginas la imagen
arqueológica de La estrella de Babilonia
de Barbara Wood o La Biblia de barro
de Julia Navarro, más cercanas a las películas de Indiana Jones que a la realidad, sin embargo, Nora Roberts me ha
sorprendido gratamente.
En
realidad en las 477 páginas que tiene la novela sólo se da alguna que otra
pincelada de una pequeña parte del trabajo de un arqueólogo como es la
excavación, cuyas campañas suelen realizarse principalmente en verano. La
información que da a nivel técnico y personal es lo que encuentras en el día a
día y en los manuales de metodología arqueológica, sobre todo, la información
técnica. Nora Roberts hace mucho hincapié en que hay que documentar
absolutamente todo porque una excavación es destrucción y lo que no se
documenta es información perdida.
Nora
Roberts nació en el estado de Maryland el 10 de octubre de 1950. Tiene dos
hijos. Comenzó a escribir durante una tormenta en el mes de febrero de 1979.
Escribe ocho horas todos los días, incluso durante las vacaciones. Es famosa
por ser muy prolífica. (Fuente: Wikipedia).
Nora
Roberts cita tópicos como Indiana Jones
y los dinosaurios aunque menciona que son los paleontólogos quienes se encargan
de estos últimos. También habla de aspectos poco conocidos como son la
convivencia del equipo de excavación, la tensión sexual entre algunos de sus
miembros, la manía que tienen algunos de quitarse la camiseta mientras excavan
(sólo hombres y si una mujer insinúa que quiere trabajar en biquini no la
dejarán porque provocará y distraerá a sus compañeros hombres, así que, según
ellos, las mujeres estamos ciegas y no nos afecta ver torsos desnudos y
curtidos en el gimnasio, lo que es mentira), los cotilleos, el dormir en sacos
y la presencia de alcohol, tabaco y porros. No se olvida de los tecnicismos
como estratos, estratigrafía, restos óseos, Neolítico, Arqueología forense,
hallazgos, etcétera y es de destacar como la protagonista (Callie Dunbrook)
investiga su pasado familiar igual que si fuese la investigación arqueológica
de un poblado y su necrópolis, un detalle que a mí no me extraña que acabe
influyendo a tu propia vida personal.
Quiero
puntualizar un pequeño detalle bastante importante y que puede hacer que el
lector europeo piense que la autora se ha documentado mal y que no se acerca a
la realidad cotidiana de países como España, Francia, Italia, Alemania, Suecia,
Dinamarca, etcétera. Nora Roberts es estadounidense y en la novela refleja la
realidad arqueológica de su país, que se parece mucho a la europea pero entre
las que hay una diferencia muy importante. En América la Arqueología se estudia
en las facultades de Antropología siendo una Arqueología muy antropológica,
cuyo mejor ejemplo es la Nueva
Arqueología o la Arqueología
procesual, importante corriente arqueológica que surgió en los años 50 – 60
en las universidades norteamericanas. Mientras que en Europa la Arqueología
está muy interrelacionada con los estudios de Historia aunque hay que destacar
que la actual metodología arqueológica tiene su origen en los estudios
prehistóricos que se iniciaron a principios del siglo XIX en Francia, Gran
Bretaña, Alemania, Dinamarca y Suecia, y en las excavaciones que en esa época
se llevaban a cabo en Grecia, Egipto y Próximo Oriente.
La
protagonista es experta en Antropología Física y de algunos esqueletos que
excava da datos como si es hombre o mujer, la edad, las enfermedades o
traumatismos que sufrió a lo largo de su vida y la posible causa de la muerte
mientras lo desentierra meticulosamente con un pincel, los fotografía, los
dibuja, coge sus coordenadas geográficas y los documenta. En Cita con el pasado no se ve la posterior
fase de la investigación pero en la serie policíaca Bones, que La Sexta emite
las noches de los domingos y FOX la
de los viernes, si se ve el trabajo que la doctora Temperance Brennan (Huesos), antropóloga forense y escritora
de éxito de thrillers policíacos
interpretada por Emily Deschanel (Los Ángeles, 1976), y su equipo (el agente
especial de la unidad de Investigaciones del FBI Seeley Booth; la artista forense Angela Montenegro; el entomólogo,
botánico y minerólogo Jack Hodgins; la patóloga forense y la jefa del Área
Forense Camille Saroyan, el psicólogo del FBI
Lancelot Sweets, y la asistente de laboratorio y estudiante de Antropología
Forense Daisy Dick) llevan a cabo en el laboratorio del Jeffersonian Institute en Washington D.C. Yo debo ser un bicho raro
porque me encantan los restos óseos humanos por la cantidad de información que
puede llegar a dar un hueso aunque la excavación de un esqueleto sea
excesivamente lenta y meticulosa, y también porque me encanta todo lo relativo
a la metodología arqueológica, aspecto que a la mayoría de los arqueólogos no
les gusta y que suelen aborrecer.
Hay
un par de detalles que me gustan mucho de la novela y que en la vida me
gustaría que se siguiese luchando porque cada vez hubiese más igualdad entre
hombres y mujeres y dejase de ser noticia que una mujer llegue a lo más alto en
su trabajo. En Cita con el pasado,
Callie Dunbrook es la arqueóloga que dirige la excavación y Lana Campbell es
una prestigiosa abogada que tiene su propio bufete.
Del trabajo arqueológico ya me he extendido bastante y del de la Abogacía, que
también se refleja en la novela, no voy a hablar porque es bastante desconocido
para mí.
Por
último, decir que la novela me ha gustado mucho tanto su parte de suspense que
me ha recordado a las noticias de los telediarios sobre los “niños robados”
durante décadas en España, como la romántica con las historias de amor de
Callie y Jake, y la de Lana y Doug. Los personajes están bien construidos y su
lectura no se hace muy pesada aunque muchas veces en los diálogos no sepas muy
bien quién está hablando.
Valoración “Cita con el pasado” (Nora Roberts):
8,8/10
¡¡Hola, Elena!! =D
ResponderEliminarSoy Laura.
No suelo seguir un criterio como el tuyo a la hora de seleccionar novelas porque, además, te puedes acabar enfadando si ves que quien escribe no tiene ni idea del asunto jajaj
Por cierto, que me resulta muy extraño que palabras como 'Neolítico' o 'hallazgos' se consideren tecnicismos... Yo no lo creo.
¡Besos!
@Laura Este criterio no es habitual en mí. Novelas históricas no leo. Que una palabra sea un tecnicismo, no quiere decir que sea una palabra más o menos común.
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