(Leído en abril de 2013)
La
novela que hoy reseño se desarrolla en una ciudad italiana que se encuentra en
la costa aunque no se especifica cuál es. El lector puede imaginar que es una
ciudad de la Campania, ya que se cita más de una vez a la Camorra, que la mafia napolitana.
La
historia es bastante interesante y trata temas duros y polémicos como son las
prácticas sexuales de sadomasoquismo y el negocio de la droga. En apariencia
son dos investigaciones paralelas que no tienen nada en común y cuya conexión yo
podía sospechar hasta que no la he leído casi en la última página. Ambos temas
están muy tratados y siempre desde el respeto. Me ha gustado más leer el
primero que el segundo y eso que dada mi experiencia lectora al respecto no me
esperaba mucho porque en aquellas novelas que he leído en el último año donde
supuestamente se trataban temas parecidos me han decepcionado bastante, por
ejemplo, Studio Sex de Liza Marklund.
Está
protagonizada por una periodista de mediana edad. Marco Corvino está especializado
desde hace 30 años o más en cubrir en un periódico la crónica social de las
secciones local y nacional. En el libro también son muy importantes el cuerpo
de la policía local, el de los militares y el de los carabinieri.
A
lo largo de sus páginas se alternan la primera y la tercera persona. La
investigación sobre las prácticas sexuales ligadas al sadomasoquismo las
conocemos desde el punto de vista de Marco Corvino mientras que en el asunto de
la droga se usa la tercera persona.
El
autor de Gioco perverso es Massimo
Lugli (Roma, 1955) periodista especializado en la crónica social desde hace
casi 40 años. Ha escrito ya varias novelas policíacas y seis de ellas las ha publicado la editorial italiana Newton Compton Editori, a cuyo grupo
editorial le dedica el primer párrafo de los agradecimientos. Éstos se componen
de tres párrafos: en el segundo de ellos agradece a aquellas personas que le
han mostrado las prácticas sexuales ligadas al sadomasoquismo y el tercero a
aquéllos que le han aconsejado sobre cómo investigan los policías y los carabinieri.
La
novela tiene un prólogo de cinco páginas, 25 capítulos divididos en dos partes
y un epílogo de tres páginas. Los capítulos son largos.
La
novela está muy bien ambientada. Refleja bastante bien el mundo del trabajo en
un periódico y en una comisaría pero también el de la inmigración ilegal y el
mundo oscuro del sexo. También es actual y se cita varias veces la palabra smartphone.
La
edición en tapas duras de Gioco perverso
llegó a las librerías italianas en noviembre de 2012 con un precio de 9,90
euros. Tiene 411 páginas.
Valoración “Gioco perverso” (Massimo Lugli):
7,5/10
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