Diciembre es sinónimo de echar la vista atrás y de revisar el
año. Este 2020 ha sido muy intenso e incierto. Estas últimas semanas del año
también lo son.
Ha llegado el momento de analizar de manera crítica cuáles
han sido las tendencias en emprendimiento digital. También en el sector
editorial y las redes sociales. Este 2020 es muy interesante en ese aspecto. Un
2020 que se ha caracterizado por la digitalización y el teletrabajo. Hemos
descubierto algunas de sus ventajas, pero también sus inconvenientes.
Los negocios que más éxito han tenido han sido los centrados
en productividad, crecimiento personal y diferentes ramas del marketing. Al
menos según mis algoritmos en redes sociales. Otro detalle a destacar es que la
mayoría son emprendedoras entre veintipocos y treintaytantos años que sólo se
dirigen a otras mujeres creando círculos cerrados y a veces algo endogámicos.
Ofrecen mucho contenido gratuito y lo usan para vender de
manera sutil sus servicios, su manera de gestionar la agenda y su negocio, e incluso
su estilo de vida. Según ellas, el único válido y si a ti no te funciona, el
problema es tuyo. Algunas veces intentan matizar sus mensajes, pero la idea
sigue siendo la misma. No hay alternativas a los que ellas ofrecen.
He analizado algunas de las campañas de lanzamiento de estas
emprendedoras. Ninguna me ha gustado. He tenido la sensación de que intentan
vender una idea y ellas hacen lo contrario. No he notado respeto hacia el
potencial cliente. Tampoco empatía ni pedagogía con las situaciones tan complejas
que todos hemos vivido este 2020 y que seguirán aún varios meses más.
Sí, sé que hay que vender. Sin embargo, no hay que hacerlo
con una agresividad sutil ni pensar en que nuestro potencial cliente es un
bebé. Evitemos el lenguaje infantil al dirigirnos a adultos. Seamos amables con
ellos.
También deberíamos evitar estresarles y crearles falsas
expectativas de que conseguirán aquello que le vendes en pocos días o semanas.
Deberíamos vender desde la honestidad y la cercanía a ellos. Hay otra manera de
entender el emprendimiento, también el digital y el femenino.
? Texto e imagen publicados en Instagram el 7 diciembre 2020
En 2020 han aumentado la oferta y la
demanda de servicios digitales. Con ellos se han impuesto ciertas creencias
respecto al trabajo en remoto.
En los últimos años han surgido
muchas asesorías y mentorías centradas en servicios digitales y redes sociales.
En ellas se ha impuesto que las relaciones laborales sólo se realizan a través
de una pantalla. También que son negocios cuya oficina debe de estar en tu
propia casa.
Son decisiones tomadas para ganar
flexibilidad horaria, poder conciliar y no tener que rendir cuentas a un jefe.
La premisa es interesante, pero algunos de los que lo hemos probado hemos
descubierto que no todo es tan bonito. Pese a que yo también soy joven y soy de
la misma generación que muchos de estos emprendedores, no soy tan partidaria de
esa filosofía que venden e intentan imponer.
Las relaciones laborales a través de
una pantalla no te comprometen con tus colaboradores y tus clientes. A ellos
tampoco contigo. Hoy nos interesa esta relación, mañana quizá no. Su
volatilidad hacen que suelan quedarse en la superficialidad.
Suelen ser relaciones basadas casi
exclusivamente en mensajes de WhatsApp y correos electrónicos. Si damos
nuestro número, deberíamos permitir que nos llamen por teléfono. Las reuniones
se agendan sólo a través de videollamadas. Son útiles si no puedes desplazarte
y crean cierto grado de compromiso entre ambas partes.
Apenas crean compromiso las Newsletter,
la solicitud de descarga o la inscripción a un curso gratuito. Son varios los
motivos por lo que se hacen. Quizá no sean los que al emprendedor les gustaría.
Se debería evitar enviar recordatorios cada x horas. Así sólo se subestima su
capacidad de decisión, la que suponemos que no posee. Esto sólo crea estrés y
frustración.
Más de un emprendedor digital se
está dando cuenta de la importancia de una relación cara a cara con
colaboradores y clientes (siempre que sea posible). Aporta beneficios a la hora
de trabajar en sus respectivos proyectos y en su salud mental. Así también se
evitan malentendidos. La relación laboral suele mejorar y la comunicación es más fluida.
También se crea un mayor compromiso y fidelidad.
A continuación, os dejo a algunos
emprendedores de servicios digitales según diferentes temáticas:
💬Mentores: @aliceslifestyle, @luciajimenezvida, @violeta_lujan, @martinamaresme,
@noe_gil_loef, @elilorente_, @soyirenegallardo, @anna_atencia y @minimalistamente.
📝Copywriters: @patricia.campos.martinez, @beatrizbleu, @copymelo, @laserratas, @mimusacopy, @redactorapuntonet y @jpastorre.
🎨Diseñadores gráficos y web: @andreampros.design, @patriciapl_design, @thevisualcorner, @soymarinarodrigo, @glopdesign, @melonblanc, @l.auracreative y @laragonzalez_design.
🗞Periodistas: @versanalidad, @eliromero_co, @reporteraliteraria, @the.culture.agency, @comunicazen, @serendipiacomunicacion, @ainhoarosado.insta y @soy_lauraalcaide.
🤳Influencers: @shantilives, @machedavvero, @barbiexanax, @violettarocks, @sofiaellar, @mariagdejaime, @tomasparamo, @sara.lectora y @patmarinln.
? Texto e imagen publicados en Instagram el 8 diciembre 2020
7 Enlace a mi Instagram: https://www.instagram.com/elevelarde/
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