21 dic 2020

Emprendimiento digital y salud mental

Aún no he leído la novela. Sin embargo, estuve en la presentación que se hizo en Sevilla. También he leído la "Nota de la autora" y los "Agradecimientos". (Fuente: Elaboración propia).

La salud mental debería dejar de ser un tema tabú. Hay que visibilizarla y hablar sobre ella con normalidad. Habría que hacerlo de una manera sana. No la juzguemos.

Poco a poco se están publicando novelas que tratan las enfermedades mentales. En algunos casos son historias ficticias basadas en las experiencias de sus autores. Estos suelen ser bastante jóvenes y apenas llegan a los 30. Sin embargo, no deberíamos infravalorarlos sólo por su juventud.

También en redes sociales y medios de comunicación se están visibilizando los trastornos mentales. La mayoría son testimonios de menores de 35 años. Según estas publicaciones, parece que casi todos los veinte y treintañeros lo han sufrido o sufren en un mayor o menor grado. Esta sensación es engañosa y puede ser peligrosa.

Los escritores hablan mucho de trastornos mentales. Ellos exploran las emociones y los sentimientos a través de las palabras. Aunque no seas consciente, te desnudas y expones a través de un texto, una partitura o un dibujo.

Cada vez hay más emprendedores que intentan visibilizarlos. Hablan de ello en sus redes sociales, en sus propias biografías y crean negocios centrados en el crecimiento personal. Sin embargo, están creando una imagen idealizada de lo que es sufrir ansiedad por citar la más conocida, junto a la depresión.

¿Hay que sufrir un trastorno o una enfermedad mental para escribir una novela o para emprender? ¿Hay que mencionarlo en redes sociales y en nuestras páginas web? ¿Cuidaremos nuestra salud mental sólo si lo contamos en Internet?

Mi respuesta es NO. Al contrario esto podría llegar a ser dañino. Hay emprendedores que así están creando espejismos. No hay que romantizar los trastornos mentales.

Habla sobre cómo te sientes con las personas de tu entorno: familia, amigos y/o compañeros de trabajo. Pierde el miedo a expresar tus emociones en voz alta. Esto te ayudará más que publicarlo en tu blog o una red social.

? Texto e imagen publicados en Instagram el 19 diciembre 2020

Se acerca el final de año. También el de la década. 2020 prometía muchísimo y parecía que sería un buen año. Uno para recordar y no para olvidar. (Fuente: Elaboración propia).

Empecé 2020 con una crisis lectora y necesidad de cambio. Me había cansado de encontrarme siempre un perfil de personajes casi idénticos y con unas trayectorias muy parecidas. Es curioso porque es algo común también en el emprendimiento digital.

En 2020 he encontrado e investigado unos cuantos proyectos de crecimiento personal, marketing y variados servicios digitales. La mayoría están en Instagram y cumplen con los estereotipos que marca esta red social. Una edad que no supere los 40, un físico cercano a los cánones de belleza de las últimas décadas y una imagen idealizada de su vida personal con parejas floreros.

Las fotografías de estos emprendedores podrían usarse en los tableros de Pinterest para la creación de personajes y tramas. Su perfección e idealización son casi idénticas a las que muchas escritoras de Romántica usan para inspirarse a la hora de escribir sus novelas. No es necesaria tanta visibilidad ni tanta idealización para tener un proyecto emprendedor.

Cuando he leído las biografías de las páginas web de estos emprendedores, he pensado que son perfectas para la creación de un personaje protagonista de una novela. Muchas de ellas son demasiado largas y están llenas de detalles que suelen restar. Destacan la idealización de una trayectoria profesional de apenas unos meses o años, la apariencia de ser expertos en algo en la veintena o con treintaypocos años y la romantización de fracasos o enfermedades mentales.

Es bueno emprender. Es interesante como experiencia. Sin embargo, deberíamos cuestionarnos lo que encontramos en las redes sociales e intentar hacer las cosas a nuestra manera.

La visibilidad de tu proyecto en redes sociales no implica mostrar tu día a día profesional ni tu agenda de trabajo. Tampoco significa estar siempre apareciendo en redes con publicaciones, stories o directos. Menos aún mostrar tu vida personal, lo que suele implicar a terceros. También es interesante aprender a improvisar. No hay que planificar todo al mínimo detalle.

? Texto e imagen publicados en Instagram el 29 noviembre 2020

7   Enlace a mi Instagram: https://www.instagram.com/elevelarde/

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