3 mar 2017

Café, New Adult y patinaje artístico con Virginia S. McKenzie

Hemos quedado con Virginia S. McKenzie en una acogedora cafetería del paseo marítimo de Cádiz. Vamos a charlar sobre su novela Tan sólo un segundo con la que debuta gracias a Titania. Se trata de un New Adult que se publicará el 3 de abril de 2017 y hoy la autora nos va a contar alguna cosilla sobre ella, nos va a enseñar su cubierta y nos va a mostrar una escena inédita de su novela debut. Agradecerle a Virginia S. McKenzie que haya sacado un pequeño hueco en su apretada agenda para tomarse un café con nosotros.
Diseño de la cubierta de Tan sólo un segundo que el Día de Andalucía, es decir, el pasado martes 28 de febrero Titania y Virginia S. Mckenzie mostraron en sus redes sociales. (Fuente: https://twitter.com/Titania_ed/media y https://twitter.com/VirgiSMcKenzie/media).
A continuación la autora de la novela y yo os dejamos unos enlaces relacionados con la citada novela:
-          Ficha en el catálogo de la página web de Titania: http://www.titania.org/es-ES/catalogo/catalogo/tan_solo_un_segundo-500000365?id=500000365.
-          Ficha en Amazon donde ya está en preventa: https://www.amazon.es/dp/8416327270/ref=cm_sw_r_tw_apa_j5YLyb8KZJQNG.


-          ¡Buenos días Virginia! Lo primero de todo felicitarte por la publicación de Tan sólo un segundo con Titania. Nos gustaría preguntarte cómo surgió la idea de escribir esta novela.
Buenos días Elena, muchas gracias por la felicitación y, sobre todo, por este café.
Pues la novela surgió de la suma de dos factores: mi amor por el patinaje y mi descubrimiento del New Adult. Desde que empecé a escribir en serio (allá por 2011), anoto en una libreta todas las ideas que me vienen a la mente para posibles historias, y casi desde el principio una de ellas fue el patinaje sobre hielo. Sin embargo, sentía que ni las características del Young Adult ni las de la Romántica Adulta encajaban con lo que quería contar, así que la dejé “aparcada”. No fue hasta que descubrí el New Adult que encontré el marco perfecto, decidí rescatar la idea y empecé a trabajar en ella de verdad.
-          En tus redes sociales has ido dejando breves fragmentos mientras la escribías y nos gustaría preguntarte qué es lo que el lector va a encontrarse en sus páginas.
Encontrarán una historia de amor en el más amplio sentido de la palabra: amor de amistad, amor fraternal, amor hacia aquello que haces y que sientes que es para lo que has nacido, amor familiar y, por supuesto, amor de pareja. Pero también descubrirán una historia de superación y de lucha, con momentos divertidos mezclados con otros de mayor carga emocional. Y, por supuesto, patinaje, y una pizca de frikismo (sino no sería yo jajaja). 
-          Sabemos que Tan sólo un segundo va a publicarse con una editorial pero nos preguntábamos si hubo personas que leyesen y/o corrigiesen los distintos borradores de tu manuscrito antes de empezar a tantear a las editoriales.
Sí, tengo la grandísima suerte de contar con un pequeño (y variopinto) grupo de lectores cero. Gracias a ellos, a sus críticas y sus opiniones sinceras, no sólo saco brillo a mis novelas, sino a mí misma.
-          ¿Pensabas que tu novela podría encajar dentro del catálogo de un sello tan importante en la novela romántica como es Titania? ¿En algún momento llegaste a imaginar que podrían darte una respuesta y que decidiesen publicar tu novela?
Creo que cualquier persona que envía su manuscrito a una editorial lo hace con la esperanza de recibir el ansiado «sí». Sin embargo, intentas acallar esa vocecita y mantener los pies en la tierra, sobre todo si ya has recibido negativas anteriormente (en mi caso en forma de silencios relativos a mi anterior novela). Pero sueñas, porque lo deseas tanto que es inevitable no hacerlo, pese a saber que lo más seguro es que acabes por darte de bruces con el suelo. Y entonces llega el esperado email, la respuesta es afirmativa, tú no te lo puedes creer y lo único que atinas a hacer es llorar como una descosida (y luego llamar a tu marido y darle un susto de muerte jajajaja).
-          ¿Nos podrían comentar cómo está siendo trabajar con Esther Sanz y el resto del equipo de Titania?
Está siendo una experiencia increíble, mucho mejor de lo que esperaba, la verdad. Tanto Esther como el resto del equipo me han hecho sentir bienvenida, valorada y arropada desde el primer momento, y me han hecho partícipe de cada paso del proceso.
Por otro lado, gracias a mi editora y a mi correctora, no solo ha mejorado la novela, sino yo. He aprendido muchísimo y eso es algo que valoro enormemente.
-          Tan sólo un segundo es un New Adult. ¿Cómo definirías a este subgénero de la Romántica?
Lo definiría como el subgénero que llegó para llenar el vacío existente entre el Young Adult y la Romántica Adulta. El primero abarca, como mucho, hasta el último año de instituto y, por consiguiente, se centra en los años de adolescencia y los problemas y vivencias comunes (o a veces no tanto) de esa edad. Por otro lado, en la RA ya nos encontramos con personajes, por lo general, que tienen de mitad de la veintena hacia delante, con todo lo que esto implica a nivel profesional y personal. ¿Qué pasaba entonces con esa franja entre los 18/19 hasta los 25? Pues que quedaba olvidada, hasta que llegó el New Adult y se centró en ese momento de la vida en el que damos el salto de adolescentes a adultos, en el que tenemos que decidir qué queremos hacer con nuestro futuro, en el que unos dejan por primera vez la casa paterna para irse a estudiar fuera, y otros buscan sus primeros trabajos… En definitiva, un tiempo en el que nos “quitan los ruedines” y tenemos que aprender a enfrentarnos al mundo por nosotros mismos.
Collage y sinopsis de Tan sólo un segundo de Virginia S. Mckenzie. (Fuente: https://twitter.com/VirgiSMcKenzie).
-          ¿Por qué decidiste que tus protagonistas fuesen patinadores y que tu novela se ambientase en el mundo de la danza sobre hielo? ¿Eres aficionada a este deporte? ¿Hay alguna pareja de patinadores que te haya inspirado para crear a tus protagonistas?
Desde adolescente he sentido fascinación por el patinaje sobre hielo, por eso no me cogió por sorpresa la idea de escribir una novela ambientada en ese mundo. Claro que el concepto original giraba en torno al patinaje artístico, ya que nunca sentí demasiada predilección por ninguna de las dos disciplinas de pareja. Las veía de vez en cuando, sí, pero no me “quitaban el sueño”. Hasta que conocí a Tessa Virtue y Scott Moir.
Si tuviera que definirlo de alguna forma sería un flechazo. Me enamoré de la increíble química que existe entre ellos, de la fluidez, la suavidad y el control con el que se deslizan sobre el hielo (por no hablar de la increíble técnica que tienen). Desde mi punto de vista hacen magia cuando patinan y me remueven por dentro como no lo logra ninguna otra pareja, me maravillan.
A partir de ese momento empecé a ver vídeo tras vídeo de ellos, comencé a interesarme por otros patinadores de la misma disciplina y, poco a poco, la historia que tenía en mente se fue reescribiendo. Cuando me imagino a Hannah y a Misha en el hielo veo a Tessa y a Scott (igual que veo a Misha en Alexei Yagudín cuando lo imagino en su época de patinador artístico).  
-          ¿Cómo son Hannah y Mikhail? ¿Son del mismo país? ¿Qué nos podrías contar acerca de la relación que se establece entre ellos?
Mikhail es una mezcla de descaro y timidez, de fortaleza y miedo, es tranquilo, amable, tierno, extrovertido y cercano (pero de una forma calculada). Hannah es prudente y cabezota, paciente, práctica, sincera y fuerte. Aunque moldeados por vivencias muy distintas, los dos son chicos con los pies en el suelo y la cabeza muy bien amueblada, saben lo que quieren y no dudan en luchar por ello. Son trabajadores y perfeccionistas. Ambos lidian a su manera con sus fantasmas, él con los que arrastra de un pasado que cree haber dejado atrás, y ella con los de un presente que está intentando superar para poder mirar al futuro.
No, no son del mismo país. Hannah es americana, de Detroit concretamente, y Mikhail es ruso (de San Petersburgo).
Su relación comienza de una forma que hace que Hannah acabe teniendo fuertes instintos homicidas jajaja (ya descubriréis por qué), pero aun así nace entre ellos una camaradería que, poco a poco, entre entrenamientos, puyas, risas, salidas y confidencias se convierte en amistad. Claro que desde un principio existe una innegable atracción y una conexión que hará que nazca algo más casi sin que se den cuenta, y pese a que ninguno de los dos esté muy por la labor.
-          ¿Qué nos podrías contar de los proyectos en los que ahora mismo estás inmersa? ¿Y de tus futuros proyectos?
Ahora mismo estoy inmersa en una nueva novela New Adult: SMNFUS. Se desarrolla en California, ya que la protagonista y sus dos mejores amigas son de San Francisco. Sin embargo, los dos chicos son de Austin, Texas. Un día los cinco se encuentran de una forma bastante peculiar en las calles de Santa Mónica… Y todavía es muy pronto para contar nada más.
En cuanto a proyectos futuros, los más inmediatos serían las dos novelas correspondientes a las amigas de la protagonista de SMNFUS (sí, la idea es que sea una serie de tres libros. De hecho, ya sé quiénes serán los protagonistas de la segunda entrega y tengo muy claras ciertas cosas de la trama).
-          Nos gustaría que nos contases algunas anécdotas relacionadas con Tan sólo un segundo.
Pues la única que me viene a la mente es la siguiente:
En cierta parte de la novela, Claire, la preparadora física de Hannah y Misha, les da unas hojas con la dieta recomendada (más por costumbre que porque de verdad necesiten saberlo, ya que están más que acostumbrados a esa rutina). Cuando Claire les pregunta qué les parece Hannah contesta que «lo de siempre», mientras Misha suelta un «Podría ser peor y no sé si habría sido capaz de soportarlo.», y ambas dejan escapar una risilla porque lo hace sonar como si fuera un adicto al azúcar que, por un momento, ha creído que le obligarían a dejar su costumbre de rebañar con donuts los restos de su tiramisú diario.
Mi correctora me señaló que esa referencia sonaba un poco forzada y exagerada, por lo que me proponía cambiarla. Y lo hice, ya que visto en perspectiva llevaba razón. Lo que ella no sabía era que justo eso estaba basado en hechos reales. Era un guiño a una merienda que tuve con mi antigua pandilla, en la que una de nosotros preparó una tarta de tiramisú y, aparte, como éramos muchos, compró donuts por si nos quedábamos con hambre. Tan pronto arrasamos con lo primero, atacamos lo segundo, y no sé quién dio el primer paso, pero el caso es que acabamos casi todos mojando los donuts en los restos del tiramisú.
-          ¿Nos podrías mostrar alguna escena inédita de Tan sólo un segundo?
Me ha costado elegir una porque todas las que se me ocurrían desvelaban demasiado, así que me he decantado por ésta que creo que no muestra mucho de la trama, pero sí un poco de cómo son los protagonistas y el tipo de relación que existe entre ellos.
Espero que os guste:
Por un instante me olvidé de respirar y mi corazón de latir. Cerré los ojos y apoyé la frente en la de ella, invadido por una sensación cálida que se expandía por mi pecho.
—No vas a perderme, milaya.
Agradecí que Hannah no supiera más que dos o tres palabras y frases sueltas en ruso, porque jamás me había dirigido a una chica con un apelativo cariñoso. No me había dado cuenta de ese detalle. Me asusté, me dio un miedo atroz ser consciente de cómo se me estaba metiendo bajo la piel. Me había faltado poco para añadir que no me perdería porque ya me tenía, si era lo que quería, me tenía. Y no estaba preparado para asumir lo que eso significaba.
Permanecimos así durante varios minutos, o quizá fueron horas congeladas en la burbuja que habíamos creado para nosotros. Fuera quedaba el resto del mundo. Solo estábamos ella y yo, con los ojos aún cerrados, mi frente en la suya mientras nuestras narices se rozaban con lentas pasadas, y nuestros alientos se entrelazaban como en el preludio de un beso que no llegaba. Sus manos abandonaron mi camiseta para acariciarme las mejillas, en tanto las mías vagaron una por su cintura y la otra por su muslo. El pulso se me disparaba cada vez que nuestros labios se encontraban y tanteaban, pero sin llegar a tocarse de verdad.
—¿Vas a hacerle el boca a boca?
La voz de Claire retumbó en la estancia y nos sobresaltó.
—Estaba contemplando la opción —respondí con lo que esperaba que fuera un tono distendido que disimulara que el corazón me iba a mil. Ayudé a Hannah a ponerse de pie, tenía los ojos muy abiertos y las mejillas encendidas. Parecía que en vez de haberla sorprendido a punto de besarme, la habían pillado ahogando a un gatito—. A veces esta chica me preocupa. —Señalé a mi compañera con una inclinación de cabeza—. Tiende a perder el aliento cuando me tiene cerca. Creo que el jamacuco de antes se debió en realidad a eso. —La mandíbula de Hannah llegó hasta el suelo—. ¿Ves? Se le abre hasta la boca, no puede evitarlo.
—Serás mendrugo.
Y ahí estaba el medio chillido medio gruñido y el cambio de expresión que había estado buscando. Era mejor que la vieran indignada que con cara de querer abrir un boquete en el suelo y esconderse dentro. Decidí entonces darle el toque final. Me incliné hacia ella y le susurré al oído:
— Se me olvidó decirte que me llames la próxima vez que no puedas dormir. Soy muy bueno con los juegos de dormitorio. —Supe el momento exacto en el que su mente le jugó una mala pasada e hizo que el rubor se le extendiera hasta el cuello. Yo mismo me sonrojé, lo que resultaba muy triste, pero no era de los que flirteaban y hacían insinuaciones sexuales. Me sentía torpe y ridículo al hacerlo. Sin embargo, sus reacciones a ese tipo de cosas eran demasiado encantadoras como para resistirme—. Sé contar cuentos, incluso pongo distintas voces. Domino la pelea de almohadas y la lucha a muerte por cosquillas, todo ello avalado por una larga experiencia adquirida gracias a un hermano ocho años menor. —Me aparté lo justo para mirarla con una sonrisa torcida—. ¿O es que tenías otra cosa en mente?
-          Para ir finalizando esta interesante conversación, nos gustaría que nos recomendases novelas New Adult que hayas leído y disfrutado.
Dentro del panorama español cualquiera de las novelas de Alice Kellen, María Martínez o Victoria Vílchez.
En cuanto a obras/autoras extranjeras… Maybe someday de Colleen Hoover (en España se publicó como Tal vez mañana), dos de los primeros libros New Adult que leí (y que puede que ya hayan quedado un poco “obsoletos”, pero para mí siguen siendo especiales): Dangerous to know and love de Jane Harvey-Berrick, y My favorite mistake de Chelsea M. Cameron. También Ten tiny breaths y One tiny lie de K.A. Tucker, Máscaras de Amy Harmon (o cualquier otro libro de la autora, sobre todo The Bird and the Sword, aunque no sea NA. De verdad, leedlo) o Becoming Calder y Finding Eden de Mia Sheridan.  
-          Virginia, ¡muchas gracias por tu tiempo!
Muchas gracias a ti, ha sido un placer.

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