Hace apenas unas horas
que se ha acabado el 2019, un año que para mí ha sido agridulce e intenso en
todos los aspectos importantes que afectan a mi vida y que me moldean como
persona. He mantenido casi todo lo citado al margen de mis redes sociales y este
blog porque me mantengo en mi decisión tomada hace ya un tiempo de apenas
mostrar mi vida personal, académica y profesional por estos lares. En 2019, al
igual que en 2018, he leído muy pocas novelas y he visto muchos vídeos de YouTube, tanto en italiano como en español.
Entre mis descubrimientos del 2019 os recomiendo tres canales españoles e
italianos:
-
Mario
Marzo (joven pianista español en Berlín con interesantes documentales
y Sábado Noche donde trata temas cotidianos y de actualidad, y donde
reflexiona sobre la vida fuera de España y lejos de familia y amigos): https://www.youtube.com/channel/UC1TGSRnLMq0mdbhcKO_6iWw.
-
Alice’s
Lifestyle (canal en italiano sobre crecimiento
personal, mindfulness y la filosofía del minimalismo): https://www.youtube.com/channel/UCw0qsqLPqqabF1K1FAaAQuA.
-
Ilenia
Zodiaco (podcasts y directos dominicales
sobre Literatura, el mundo editorial en Italia y otros temas de actualidad como
el feminismo, el cambio climático, las fake news…): https://www.youtube.com/user/EvaLunaSulTubo.
Este 1 de enero no
empieza una nueva década, sólo un nuevo año. Soy una historiadora defensora que
en la cronología histórica no existe el año 0 y se pasa del año 1 A.C. al 1
D.C. En las últimas semanas he visto en las redes sociales y en los medios de
comunicación tradicionales unos cuantos balances de la década considerando ésta
como la de 2010 – 2019 cuando es incorrecta porque las décadas históricas van
desde un número terminado en 1 hasta el próximo número acabado en 0 (en las
edades si se cambia de década de los 29 a los 30 por poner un ejemplo más o
menos mediático) y dichos balances se repetirán cuando termine este 2020 como
ya sucedió en los años 1999 – 2000 y 2009 – 2010. Estos últimos dos años
coincidieron en parte con mi experiencia Erasmus,
de la cual me estoy acordando mucho en los últimos meses. En el próximo enlace
encontraréis las entradas relativas a la citada experiencia que he publicado en
el blog: http://www.pinceladasdeliteratura.es/search/label/Erasmus.
Hace una década estaba
disfrutando de las fiestas navideñas en España tras tres meses viviendo en
Padua, ciudad a la que volvería para disfrutar de los siete meses que aún me
quedaban de la beca Erasmus.
La de ese año fue una de las últimas sin WhatsApp,
Instagram
y los smartphones. Sin embargo, si existían otras redes sociales muy
populares y entre los españoles Tuenti aún tenía
mucho más éxito que Facebook. Casi
nadie era consciente en aquellos meses de la revolución tecnológica que se
avecinaba y de lo importante que podrían llegar a ser las redes sociales para
algunos de nosotros a la hora de emprender y vender nuestros productos y/o
servicios. A continuación, os recomiendo las empresas de dos personas que
conocí en mi año Erasmus y que
merece la pena conocer porque son proyectos que destacan en su sector por tener
una personalidad bien definida y diferenciarse de lo que suele su competencia
más directa:
Este 2019 he estrenado
dos servicios especializados que han sido pensados para asesorar a los profesionales
de los sectores audiovisuales y literarios, pero que están abierto a toda
aquella persona o profesional que lo necesite y lo solicite. En los siguientes
enlaces podréis encontrar más información sobre ellos:
¯ Asesoría en contextualización
histórica: http://www.pinceladasdeliteratura.es/2019/04/asesoria-en-la-contextualizacion.html.
¯ Asesoría en documentación: http://www.pinceladasdeliteratura.es/2019/12/asesoria-en-la-documentacion-de-obras.html.
Mi vida offline relacionada
con eventos literarios ha sido algo más intensa y con más actividad que la online
relacionada con este blog y mis redes sociales. En 2019 he seguido
priorizando el networking cara a cara frente al virtual, aunque a este
último también le he dedicado bastante tiempo, enriqueciendo ambos mucho lo que
se ha publicado en este blog a lo largo de 2019. He asistido a los siguientes
eventos: las I Jornadas de Literatura de Sevilla (10, 11, 17 y 18 de enero);
varios encuentros, charlas literarias y de cine, mesas redondas y coloquios en las
librerías Botica de lectores y
Casa del Libro; presentaciones
de libros como la de Presas de
Beatriz Esteban (sábado 9 de marzo), la del poemario Diario supraesternal de Mirián Picón (sábado 23 de marzo),
la del poemario Teoría de los cuerpos de
Zahara (lunes 4 de noviembre) o la de Nao Victoria.
La primera vuelta al mundo de Antonio Puente Mayor (martes 17 de
diciembre); Cafés literarios con Alberto Sánchez Navarro (sábado 18 de
mayo), Sonia Lerones (sábado 25 de mayo) y Costa Alcalá (sábado 30 de noviembre);
la Feria del Libro de
Sevilla (25 y 26 de mayo, y 1 de junio); la Andalucía Reader Con (18 y 19 de octubre);
y el Labnar Christmar Breakfast (sábado
14 de diciembre). Por último, he podido conocer en persona a los siguientes
escritores: Francisco Javier Torres Simón, Alejandro López, José María Rondón,
María José Arillo, Javier Torres, Fran Nuño, Myriam Tornero Galán, Cristina
Martín Jiménez, Rocío de Juan, Irene Reyes-Noguerol, Isaac Rosa, Israel Pintor,
Sonia Lerones, Espido Freire, Ángel Vela Rodríguez, Israel Alonso, José Manuel
García Bautista, José María Fedriani, Mercedes Ron, Raquel Brune, Georgia
Costa, Diana P. Morales, Fernando Alcalá y José Ángel Ríos.
Apenas he leído unas 14 novelas en 2019 y las primeras páginas de algunas novelas más. He
descubierto autores como Berta Bernad, Llucia Ramis, David Lozano, Calista
Sweet, Lone Theils, Vanessa Montfort, Olga Palma Ocaña y Vanessa Alós Martín; y
editoriales como Edebé y Cross Books. Entre las lecturas que más he
disfrutado en 2019 están: El último llanto de los delfines de Estefanía Yepes, Imposible canción de amor de Abril Camino y Ojalá siempre de Alexandra Roma. Sin embargo, he leído las primeras
páginas de algunas novelas que me llamaban la atención y que he descartado
porque no me ha convencido el estilo de sus autores como, por ejemplo: Cuerpos malditos de Lucía Baskaran o Expuesta de Olivia Sudjic.
Espero que algunas de mis
lecturas de 2020 sean: Una noche de luz de
Alberto Sánchez Navarro, Nao Victoria. La
primera vuelta al mundo de Antonio Puente Mayor, Distinta Clara de Alba Ballesta, Cuentos eróticos del Marqués de Sade, Buenas hermanas de Costa Alcalá, Patricia Brent, la solterona de Herbert George
Jenkins, Corazones de acero de María
José Tirado y La princesa de hielo. Edición
especial 10º aniversario de Camilla Läckberg. A esta lista
habría que sumar las dos novelas que les he pedido a los Reyes Magos de este
2019: El incienso de los espíritus de
Victoria Álvarez y Una familia normal de
Alejandra Parejo. También me gustaría leer en 2020 las siguientes novelas: El enigma del Salón Victoria de Antonio Puente
Mayor, En el fiordo profundo de
Ruth Lillegraven, Como ver nevar el sol de Alexandra Roma, La
bruja de Camilla Läckberg, Mujer
sin blanca soltera busca de Montserrat Bros y ¿Quién diablos eres? de Raquel de la
Morena.
Entre las escasas
novedades literarias que me han llamado la atención de las que hasta ahora se
han anunciado su publicación para 2020 están: Jódete
y crece de Juan Pablo Cuevas (21 de enero), Nosotros en la Luna de Alice Kellen (28 de
enero), Las voces del lago de
Beatriz Esteban (10 de febrero) y Desencajada
de Margaryta Yakovenko (septiembre).
¡¡¡FELIZ AÑO NUEVO 2020!!!
HAPPY NEW YEAR 2020!!!
BUON ANNO NUOVO 2020!!!
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